Ek Chapat blande la palabra como llave para abrir las fronteras que nos aíslan y unir en libertad las voces de lo “monstruoso”, de los habitus que generan aversión entre los círculos privilegiados de nuestras sociedades; la palabra como salvoconducto de la rebeldía y subversión constante. Ek Chapat, bestia de múltiples cabezas, parida cada una por una realidad convulsa, cabezas rabiosas que ebullen desde las grutas de las gargantas ecos de denuncia de un dolor primitivo que todavía sangra por nuestras venas abiertas…